Laozi
ÍNDICE
Prefacio 5
Primera parte: El libro del Tao
I El principio 23
II Asimilación 25
III Apaciguar al pueblo 26
IV El que no tiene origen 27
V Realización del vacío 28
VI Realizar la imagen 29
VII Ocultar el resplandor 30
VIII Naturaleza espontánea 31
IX El uso de la nada 32
X Lo que puede hacerse 33
XI La utilidad de la nada 34
XII Represión del deseo 35
XIII Evitar la vergüenza 36
XIV Alabanza al misterio 37
XV Manifestación de la virtud 38
XVI Volver a la raíz 39
XVII Costumbres puras 40
XVIII Decadencia de las costumbres 41
XIX Retorno a la espontaneidad 42
XX Diferente de los demás 42
XXI La mente vacía 44
XXII Fomentar la humildad 45
XXIII Identificación con el Tao 46
Pag.
XXIV La complacencia nociva 47
XXV Representaciones del misterio 48
XXVI La virtud de la gravedad 49
XXVII El empleo de la habilidad 50
XXVIII Retorno a lo primordial 51
XXIX El no-hacer 52
XXX Advertencia contra la guerra 54
XXXI Guardar las armas 55
XXXII La sabia virtud 57
XXXIII Discriminación 58
XXXIV Confianza en la perfección 59
XXXV La virtud benevolente 60
XXXVI La sutil sabiduría 61
XXXVII El ejercicio del gobierno 62
Segunda parte: El libro del Te
XXXVIII Acerca de las cualidades 65
XXXIX La raíz de la ley 66
XL El valor del retorno 68
XLI Identidad y diferencia 69
XLII Transformaciones del Tao 70
XLIII El uso de lo universal 72
XLIV Preceptos seguros 72
XLV La desbordante virtud 73
XLVI Moderar los deseos 74
XLVII Mirar a lo lejos 75
XLVIII Renunciar al conocimiento 76
XLIX La virtud de la indulgencia 77
L El arte de vivir 78
LI Virtud vivificante 80
LII Retorno al principio 81
Pag.
LIII Incrementar la evidencia 83
LIV El cultivo del Tao 84
LV El misterioso encanto 85
LVI La virtud maravillosa 87
LVII Simple enseñanza 88
LVIII Conformarse a los cambios 89
LIX Mantenerse en el Tao 90
LX Mantenerse en el trono 91
LXI La acción del Tao 92
LXII Practicar el Tao 93
LXIII Pensar en el principio 94
LXIV Sabiduría de lo pequeño 95
LXV La pura virtud 96
LXVI Colocarse en el último lugar 97
LXVII Los tres tesoros 98
LXVIII Reunirse con el cielo 99
LXIX El uso de lo misterioso 99
LXX La dificultad de ser conocido 100
LXXI La enfermedad del conocimiento 101
LXXII Amarse a sí mismo 102
LXXIII Libertad de acción 103
LXXIV Vencer el error 104
LXXV La codicia dañina 105
LXXVI Evitar la fuerza 105
LXXVII La vía del cielo 106
LXXVIII Confiar en la sinceridad 107
LXXIX Cumplir con el contrato 108
LXXX Solo y de pie 109
LXXXI Mostrar lo esencial 110
El Tao Te Ching se traduce como el Clásico de Caminos y virtudes. El libro, según dice la leyenda, fue escrito alrededor del año 700 a. C., y su autor es Laozi («Viejo Filósofo», «Anciano Maestro»), de quien se dice fuera un archivista de la corte imperial durante la dinastía Zhou. Sin embargo, la autenticidad de estos detalles es aún objeto de discusión. El Tao Te Ching describe una fuerza, llamada dao (Tao), que es el orden del mundo. En la antigua China, las disputas sobre el dao versaban sobre el mejor modo de alcanzar la armonía social.
Se trata de un volumen breve con 81 capítulos que exponen la filosofía taoísta dirigida en dos sentidos. Uno es la transmisión de la idea de Tao y de la manera de obrar del «hombre santo o sabio» que la llega a conocer. Por otra parte, el Tao Te Ching aconseja a los gobernantes para regir de forma sabia. En China, la filosofía de la naturaleza y la visión del mundo están impregnadas del pensamiento taoísta, por ello, muchos artistas, pintores, calígrafos y hasta jardineros han usado este libro como fuente de inspiración.