Campos Zornosa, Yezid
CONTENIDO
Un coro a mil voces / Gonzalo Sánchez
Pero ya no nos daba tanto miedo como rabia / Imelda Daza Cotes
Todo se vivía en paz, había una paz pura / María de Carmen Trujillo
Pero vivo para volver / Aída Abella Esquivel
He sabido perdonar / Yolanda Palacios
Es muy tenaz para que cambie Colombia / Marcela [Palacios]
Eran muy buenas personas, gente de bien / Rosa Mora
El Plan Baile Rojo / Jahel Quiroga Carrillo
Nada justifica la desaparición / Gloria Mancilla
No entendíamos por qué / Luisa Fernanda [Díaz Mancilla]
Yo sí pienso volver / Juliana [Díaz Mancilla]
El cielo también lloró / Bernardo Jaramillo y Nydia Ossa
Quería ser el hombre de la paz / Mariela Barragán
Es la guerra que estamos viviendo / María Correa
Segaron una vida maravillosa / Gloria Flórez de Pardo
Sigue valiendo la pena vivir / Fernando Alexey [Pardo Flórez]
Entrevista a Eric Sottas, Director de la Organización Mundial contra la Tortura
Caso de genocidio contra el partido político, Unión Patriótica en Colombia
Informe no. 5/97 - Caso 11.227 sobre admisibilidad - Colombia - 12 de marzo de 1997
Acuerdo suscrito en el marco de la búsqueda de una solución amistosa ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre el gobierno colombiano y los peticionarios
Declaración pública. No hubo voluntad política ni compromiso serio del gobierno en el caso Unión Patriótica.
«A pesar de las dificultades y los tropiezos y de algún temor que ya sentíamos, creíamos que eran dificultades superables y que no era fácil -ya teníamos conciencia de eso- hacer política en Colombia con los principios nuestros. Pudimos comprobar en carne propia que la democracia era muy estrecha y efectivamente no funcionaba, que en Colombia no se podía opinar distinto del establecimiento y que era muy peligroso hacer política por fuera de los partidos tradicionales. Comprobar eso fue muy duro, pero nos dábamos ánimo y decíamos: "Eso es lo que hay que cambiar, por eso es que hay que seguir luchando, por eso es que no nos tenemos que acobardar, porque si no, eso nunca va a cambiar y la situación del país va a ser peor cada vez". Entonces, con esa reflexión, decidíamos seguir adelante a pesar de las dificultades».
Al igual que Imelda, todos los demás protagonistas de este libro -sobrevivientes del exterminio de la Unión Patriótica y familiares y amigos de las víctimas- cuentan sus historias con emoción y franqueza, con dolor y rabia, pero también con guardada esperanza de que los ausentes vivan en la memoria de muchos y los hechos no se olviden. Confían en que se aprenda del sufrimiento, en que se esclarezca la verdad y se haga justicia y, sobre todo, en que lo que ellos han tenido que vivir no se repita jamás.